02 junho 2010

LOUISE BOURGEOUS




Louise Bourgeois, escultura esencial del siglo XX quien sólo consiguió el reconocimiento que se merecía al final de su carrera, como demasiado a menudo les sucede a los grandes del arte, falleció este lunes en Nueva York a los 98 años. Fue la primera mujer a la que el Museo de Arte Moderno (MOMA) de Nueva York le dedicó una retrospectiva, en 1982, y al menos su longevidad le permitió poder disfrutar del respeto debido durante los últimos 25 años. Ella suficientemente generosa para compartir lo que sabía con otros artistas más jóvenes a través de un encuentro mensual que celebraba en su casa neoyorquina y que se convirtió en un lugar de peregrinaje mítico para cualquier creador en busca de consejo. Allí llegaban domingo tras domingo, jóvenes y no tan jóvenes para que Bourgeois bendijera sus obras, o simplemente para ofrecerle regalos, poemas o sonrisas, como relató en este diario Eduardo Lago .

Nació en París un 25 de diciembre de 1911 y allí empezó a dibujar siendo una niña. Se mudó a Estados Unidos en 1938 tras casarse con Robert Goldwater . De sus dibujos pasaría a hacer esculturas en diversos materiales, la mayoría con fuertes connotaciones sexuales emocionalmente muy agresivas y con la presencia casi constante de imágenes fálicas. El abandono por parte de su padre cuando era una niña marcó gran parte de su obra y el simbolismo fue también una de sus constantes.

Llegaría a ser amiga de muchos de los grandes del siglo XX, desde Marcel Duchamp a Mark Rothko o John Cage. Ahora Bourgeois ha abandonado la tierra para unirse a ellos en la historia universal del arte.


Louise empezó a dedicarse a la escultura a partir de los 60 años. Esculpía siempre en metal realizando grandes instalaciones que abordaban la sexualidad, la familia y la soledad.

Sus arañas se llaman Maman porque son representaciones de la maternidad. "La araña es una oda a mi madre", dijo en una ocasión. "Ella ha sido mi mejor amiga. Como las arañas, mi madre tejía. Como las arañas, mi madre era muy inteligente. Como las arañas, mi madre era protectora".


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